RESUMEN DE LA CONFERENCIA

El rasgo que más distingue a nuestro grupo zoológico y que, además, fue el primero en aparecer en nuestro linaje es, sin duda, nuestro tipo de locomoción, que llamamos bípeda o marcha erguida. Nuestro modo de caminar es tan extraordinario que algunos autores lo han definido como una actividad en la que el cuerpo, en cada paso, se sitúa al borde de la catástrofe. El problema es mantenerse erguido y en equilibrio sobre una pierna mientras la otra está en el aire. Lograr esta proeza supuso importantes cambios anatómicos en todas las regiones del esqueleto, de la cabeza a los pies. Sin embargo, si hoy estamos aquí es porque tales cambios supusieron una ventaja adaptativa favorecida por la Selección Natural que, a la larga, condujo a la aparición de otras y otras y otras adaptaciones … y que, a día de hoy, ha llevado a un pequeño grupo de primates a convertirse en una plaga global o, dicho de otra manera, a ser una especie con gran éxito evolutivo desde el punto de vista darwiniano.

Sin embargo, el origen de la locomoción bípeda ha sido siempre y, sigue siendo hoy día, objeto de intensos debates. Gracias a los descubrimientos de Australopithecus afarensis, en los años 70 se formularon varios modelos para explicar la adquisición de la marcha bípeda como adaptación a la vida en la sabana. Sin embargo, el hallazgo de fósiles de homininos muy antiguos (7 – 4.5 m.a.) realizados durante las dos últimas décadas (como Sahelanthropus, Orrorin y Ardipithecus), han puesto en jaque muchas de las ideas que teníamos sobre esta increíble adaptación.

es miembro del Equipo de Investigación de la sierra de Atapuerca desde el mismo año de su licenciatura en Ciencias Biológicas, en 1986. Realizó sus estudios predoctorales en la Universidad Complutense de Madrid, universidad por la que se doctoró en Ciencias Biológicas en el año 1994. Completó sus dos años de estudios postdoctorales en la Universidad de California en Berkeley.
Ha trabajado en diversos centros de investigación nacionales e internacionales y es coautor de numerosos artículos científicos en las más prestigiosas revistas científicas de su especialidad. También ha colaborado en numerosos artículos en revistas de divulgación científica y cultural.
Actualmente, es Catedrático de Paleontología en el Departamento de Historia, Geografía y Comunicación de la Universidad de Burgos. Además, dirige el laboratorio de Evolución Humana de dicha universidad, reconocido como Unidad de Investigación Consolidada por la Junta de Castilla y León y desde donde desarrolla su investigación y varios programas relacionados con la difusión de los conocimientos sobre evolución humana.
También es el coordinador del Máster Interuniversitario en Evolución Humana y del Programa de Doctorado Interuniversitario en esta disciplina que se desarrollan y coordinan desde la Universidad de Burgos.